Conocido como el alma mater de Apple, ha contribuido de manera absoluta al avance de los sistemas, los dispositivos informáticos y las plataformas operativas.
Sin tener el estado de evidencia de Bill Gates –su contrafigura en términos de los avances y la puja por la hegemonía del mercado- Jobs ha conservado un muy alto prestigio en el mundo de los negocios.
Como una especie de ave fénix se ha reinventado de maneras muy asombrosas, colocando a la empresa -que fundara y que a la vez lo despidiera-, una vez más en la cima tras retomar sus riendas pocos años atrás.
La noticia que ha puesto a Jobs en la portada de los diarios en los últimos días no ha sido la presentación de una nueva aplicación cibernética, sino el trasplante exitoso de su hígado.
Sin abundar en las metáforas sólo podemos celebrar la paradoja. El mayor cultor de la tecnología y la producción de ordenadores compactos, no combinables e incompatibles como Macintosh, ha sido sujeto a la incorporación de un nuevo órgano. Tal como parece, su maquinaria ha tolerado un nuevo componente y así ha podido extender su vida tras las secuelas que le ha dejado un duro cáncer de páncreas.
Todo resuena para nosotros como una petición de principios con apariencia de oculto festejo. El triunfo de la idea de lo fungible y lo complementario, de la sumatoria y el crecimiento progresivo, de alguna manera lo han puesto nuevamente de pie a Jobs.
Desde aquí solo podemos decir:
2 comentarios:
jejeje...como diriamos los catalanes:
COMPARTIR FA GUSTET!
compartir da gustito!
qué lindo post! ni sabía lo de jobs, igual ya pasó hace un ratito jaja... les mando un beso, pásense x mi blog q lo estuve retomando, y sacando fotos!
besos
vicky
(edilicia2.blogspot.com)
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